Los seres humanos, y
los animales en general, podemos interactuar con el mundo a través del movimiento o locomoción.
Este movimiento es posible gracias al sistema locomotor,
que funciona en coordinación con el sistema nervioso,
que se encarga de generar y transmitir los impulsos nerviosos que producen el
movimiento
Nuestro
cuerpo se mueve gracias al aparato locomotor. Este conjunto de estructuras nos permite movernos, y además
sirve de sostén y protección al resto de los órganos del cuerpo. El aparato locomotor está formado por el esqueleto o sistema óseo (huesos) y el sistema muscular (músculos).
El esqueleto o sistema óseo está formado por los huesos, los cartílagos y las articulaciones.
1.1. LOS HUESOS
Los huesos son órganos
duros y resistentes que forman el esqueleto. Está compuesto por tejidos
duros y blandos: el principal tejido duro es el tejido óseo, que
está compuesto en un 25% de agua, 25% de proteínas y 50% de sales minerales, en
particular calcio.
Los huesos tienen las
siguientes funciones: dan forma al cuerpo, protegen algunos órganos
vitales y permiten el movimiento gracias a los músculos que se
unen a ellos a través de los tendones. El esqueleto humano tiene 206
huesos, que pueden clasificarse según su forma:
- Huesos largos: tienen forma alargada y actúan como palancas para el movimiento. Suelen encontrarse en las extremidades, como el fémur, el radio, la tibia y el peroné.
- Huesos cortos: las dimensiones son
más o menos equivalentes, siendo su forma aproximadamente cúbica. Son de este
tipo los huesos pequeños que forman el carpo en la muñeca.
- Huesos planos: son huesos delgados, como los que forman la bóveda del cráneo, y tienen forma aplanada.
- Huesos irregulares: son huesos de forma irregular, como las vértebras.
- Huesos sesamoideos: reciben este nombre porque su forma recuerda una semilla de sésamo. Son huesos pequeños y accesorios que se suelen encontrar cerca de los tendones, en manos y pies.
Los extremos de muchos
huesos están cubiertos de cartílago, que es un tejido mucho más
flexible y blando que el tejido óseo. También hay cartílago en otras zonas de
nuestro cuerpo, como la nariz y las orejas.
Estructura anatómica que permite la unión entre dos huesos o entre un hueso y un cartílago. Las hay de tres tipos:
- Móviles, que permiten un movimiento amplio, como las articulaciones de la rodilla, el codo, el tobillo, etc.
- Semi-móviles, que permiten un movimiento limitado, como las de las vértebras de la columna vertebral.
- Fijas, que no permiten ningún movimiento, como las que unen los huesos del cráneo.
2. LOS MÚSCULOS
El sistema muscular es el
conjunto de más de 600 músculos que existen en el cuerpo humano, la función de
la mayoría de los músculos es producir movimientos de las partes del cuerpo. El
sistema muscular crea un equilibrio al estabilizar la posición
del cuerpo, producir movimiento, regular el volumen de los órganos,
movilizar sustancias dentro del cuerpo y producir calor.
Los músculos son
tejidos que tienen la capacidad de generar movimiento al contraerse y
relajarse. El tejido que forma el músculo se llama tejido muscular.
Está formado por células especializadas, que tienen la capacidad de aumentar o
disminuir su longitud cuando reciben impulsos eléctricos generados por el sistema
nervioso.
Los músculos del
cuerpo humano pueden clasificarse según diferentes criterios: según su forma,
su función, pero sobre todo, según su tipo de movilidad.
Según su movilidad, los músculos pueden ser:
Según su movilidad, los músculos pueden ser:
- Voluntarios (los que movemos de manera consciente) Los que forman parte del sistema locomotor son los músculos voluntarios.
- Involuntarios (los que se contraen sin que nos demos cuenta de ello). En nuestro cuerpo hay músculos, además de los del sistema muscular, que funcionan sin que nosotros los controlemos. Uno de ellos es el corazón. También hay músculos en algunos órganos como el estómago, el intestino o los vasos sanguíneos, que funcionan sin que seamos conscientes de ello.
Existen 3 tipos de tejido
muscular:
- Estriado: es el que conforma los músculos voluntarios. También es llamado músculo esquelético, porque están unidos al esqueleto por medio de los tendones, que veremos más adelante.
- Liso: la fibra muscular lisa no participa en los movimientos voluntarios, se contrae o relaja de manera automática en respuesta a estímulos nerviosos generados por el sistema nervioso autónomo. Un ejemplo son los músculos que recubren el tubo digestivo.
- Cardíaco: se encuentran solo en el corazón, y generan los movimientos involuntarios por los que este órgano impulsa la sangre a través del sistema circulatorio.
LOS TENDONES
El tendón es una banda de
tejido muy resistente, que se encuentra en los extremos de un músculo y sirven
para unirlo al hueso. Los tendones transmiten la fuerza desarrollada por el
músculo al hueso, para producir el movimiento.
¿CÓMO SE PRODUCE EL
MOVIMIENTO?
Como hemos visto, el
sistema óseo y el sistema muscular trabajan coordinados, pero ¿cómo lo logran?
Esta tarea corresponde al sistema nervioso, que recibe los estímulos del
exterior, los analiza y elabora una respuesta.
Los músculos reciben
órdenes del cerebro o de la médula espinal mediante los nervios. Cuando un
músculo recibe una orden, se contrae y tira de los huesos a los que está unido
por medio de sus tendones.
Después, cuando el músculo
se relaja, recupera su tamaño original y los huesos vuelven a su posición
anterior.
El movimiento del
esqueleto se produce gracias a sus articulaciones móviles. En el movimiento de
una articulación participan dos músculos llamados antagonistas, que realizan
movimientos opuestos.
Pongamos un ejemplo:
supongamos que estamos cocinando, y sin querer acercamos nuestra mano al fuego;
el sistema nervioso percibe el dolor, transmite la señal al cerebro, que la
analiza y detecta el peligro, mandando una señal nerviosa para que los músculos
del brazo se contraigan, haciéndonos retirar la mano. Como veis, en el
movimiento intervienen tanto el sistema locomotor formado por
el sistema óseo y el muscular, como el sistema nervioso.
Los tipos de movimientos que los músculos pueden llevar a cabo son:
- Movimientos voluntarios: en estos movimientos participa el cerebro y los ejecutamos de una manera muy rápida y casi automática (caminar, saltar, masticar,...)
- Movimientos reflejos: son movimientos rápidos e involuntarios, son muy importantes para nuestra supervivencia, porque permiten esquivar instantáneamente situaciones peligrosas. En muchos de estos movimientos reflejos no interviene el cerebro, sino la médula espinal.
LESIONES DEL APARATO LOCOMOTOR
Nuestros huesos y articulaciones son muy resistentes, pero pueden dañarse si reciben un golpe o si los sometemos a un esfuerzo excesivo. Estas son las más frecuentes:
- FRACTURAS: Son roturas de los huesos que normalmente se producen por un golpe fuerte, pueden partirse o astillarse. Se corrigen colocando los fragmentos en su sitio e inmovilizando la zona con una escayola hasta que el hueso cicatrice. Si la fractura es complicada, se puede colocar clavos o placas metálicas.
- DISTENSIONES O ESGUINCES : Se producen cuando se fuerza una articulación estirando los ligamentos y los músculos que se dañan. Se corrigen inmovilizando la articulación con un vendaje hasta que se cure. Son frecuentes en los tobillos, las rodillas y las muñecas.
- LUXACIONES : Se originan cuando los huesos que forman la articulación se descolocan. Algunas veces se produce incluso la rotura de los ligamentos que unen los huesos. Se corrigen, si no hay rotura, recolocando los huesos de la articulación e inmovilizándola.
- CONTRACTURAS MUSCULARES: Consisten en la contracción involuntaria y mantenida de un músculo. Ocurren cuando se mantiene mucho tiempo una postura inadecuada o se realiza un esfuerzo excesivo con un músculo.
VÍDEOS
APARATO LOCOMOTOR
ÉRASE UNA VEZ LA VIDA
APARATO LOCOMOTOR
ÉRASE UNA VEZ LA VIDA
LOS HUESOS Y EL ESQUELETO
LOS MÚSCULOS
JUEGOS
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